Las dinámicas se repiten. En ese devenir histórico que hace cansina la sucesión de acontecimientos , al punto que, aburridas (o ya sin ganas, según nos pille en ese momento), sucumbimos a la naturalización de los hechos, a lo chungo del “siempre será así”.
Salvo que ahora sé, sabemos, que no lo será más.
Obama, el gran hombre negro, nos desvela la capacidad patriarcal de la renovación del sistema.
Esas “aparentosas” convulsiones simbólicas (como la de hoy) que de vez en cuando asoman por
Como dice Marcela Lagarde, cada mujer se debate convocada como “mujer moderna” para participar en sociedades que no acaban de hacer suya la democracia participativa; la condición es que al participar, cada mujer sea tradicional, es decir, que participe para el bienestar de “los otros”, de los desposeídos de la tierra, de la comunidad, y en apoyo de los hombres, siempre y cuando no se ocupe de los problemas específicos de las mujeres y del género.
Superman.
Hoy el trailer va de asistir a un momento de cambio histórico, al convertirse un hombre negro en el hombre más poderoso del mundo. Yes we can, nos dicen en nuestra cara misma, ¡menuda jeta!.
Y, una vez mas, hay que creer, apoyar, ilusionarse… El guión de superman no fue malo, pero hace ya que notamos que los actores sobreactuaban.
El fin del patriarcado.
A mí me parece que la verdadera peli, esa en la que quiero participar, va por otro lado, y constituye, en palabras de Clara Jourdan, un verdadero cambio histórico si consideramos el nivel simbólico de la realidad. O sea, que al patriarcado ya no le damos crédito las mujeres, y un orden simbólico no sigue sin crédito.
¿O es que no se lo han aprendido ya con su crisis económica?
YES WE CUNT*
*cunt es coño, en inglés
Silvia Molina Castaño