sábado, 12 de septiembre de 2009

# ¿UNA CUESTIÓN DE ESTILO?

Mucha gente comentamos estos días, después de la rueda de prensa en la útima cumbre bilateral hispano-italiana celebrada en Sicilia, la situación vivida tras los comentarios de Berlusconi sobre el origen y función de las mujeres. Desde luego, vaya movida verte envuelta en una situación así, no digo que no. Ese Impresentable, diciendo barbaridades, con la autoridad que le confiere el que miles de italianas e italianos le hayan votado. Que digo yo que mucha vergüenza y mucha cara dura, pero a ese tío le han votado en las urnas…..Chúpate esa!!.



Con todo, flipo con la respuesta, o más bien, la no-respuesta, de la Delegación española.
Por la noche, en la radio, escuchaba algunos comentarios de tertulianos, algún dirigente socialista también….aludiendo a una cuestión de “estilo”. Venían a decir que eran unas declaraciones totalmente inapropiadas, pero que ellas/os estaban allí para tratar temas de Estado (el Estadoorrrr), y que el estilo con que se pronunciaba el Presidente italiano no era de su incumbencia, por muy mal que les sentara lo dicho.
Lo que son las cosas, un gobierno que está introduciendo las mejores reformas legales a favor de la igualdad de género en la historia de este país, referente occidental en esta materia; no sólo no considera la violencia (verbal) machista como cuestión de Estado, sino que no es capaz, siquiera, de reaccionar ante las declaraciones sexistas de un capullín de los bosques, por muy alto mandatario que sea.
¿No es capaz? Bueno, capaz, capaz, sí lo es.

Lo que pasa es que la igualdad sigue sin asumirse, sin creerse. Se lee, se dice, se llenan los discursos de párrafos técnicamente impecables sobre equidad, género. Pero, no nos engañemos, para ellos sigue sin ser su tema porque no les remueve; y a nosotras, que se nos remueven las entrañas, nos falta el poderío de la respuesta: enérgica, firme y “sin acritus”.
Sí queridas/os, para ellos un diez en hipocresía, para nosotras un cero en empoderamiento.
La última vez que ví algo similar fue en aquel episodio de la cumbre africana, donde la oposición ridiculizaba a la Vicepresidenta por vestir modelitos estrafalarios (también conocidos como trajes típicos africanos).
Sólo que aquella vez las parlamentarias socialistas dieron un ejemplo de empoderamiento, levantándose y abandonando el hemiciclo en señal de protesta. La cagaron ahí sus compañeritos progres que, en vez de sentirse igual de ofendidos e ir con ellas, se quedaron en sus asientos otorgándolas un fuerte aplauso, en plan: “chicas, sois estupendas”.
Pedazo de ejemplo, pensé, de cómo ellos siguen viviendo los ataques sexistas como “un tema de mujeres”. Pero, además, pedazo de comportamiento paternalista con el rollo "te doy palmaditas". Machismo benévolo, que se llama en términos técnicos…por si alguno lo quiere incorporar a su discursito polite…….eso sí, “sin acritus”, ein!!

Silvia Molina Castaño