Como decían simon&garfunkel, i got nothin´ to do today but smile.
Hemos estado en las Jornadas Feministas Estatales 2009. Aquí, en Graná. Treinta años después de aquellas históricas.
Sí. Porque esta vez se trata de la memoria, de la nuestra. Lo que las anglo llaman Herstory.
Una Historia que me pertenece como tía, que vindico, y que me permite reconocerme en esa genealogía entrañable de mujeres sabias y luchadoras, en individual y colectivo. Que me vincula a la abuela Boni, a mama, a mi hermana, amigas, maestras, a las asambleas de mujeres, a las académicas, las bunch, femmes, chicazos, las clásicas, las garbanzitas del ecofeminismo, las asociaciones y federaciones de mujeres, las trabajadoras de dentro y de fuera, las que no han nacido donde yo nací y este Estado lama emigrantes, todas ellas…..
A mí nada me ha aguado la fiesta, ni el pretendido malestar por no aparecer en los medios: 3000 feministas reunidas en Graná y ni una alusión seria; ni el (a mi modo de ver) estéril debate sobre la prohibición masculina: francamente, no me sentiría ofendida si no pudiera entrar en un congreso de masculinidades. Es más, estaría interesadísima en incorporar sus aportaciones a mi lucha. Nadie les excluye de la lucha.
Así que, para mí, estas Jornadas han sido una fiesta. Un balón de oxígeno para continuar, un compromiso renovado de seguir escuchando y aprendiendo, un volver a no dar nada por sentado en este movimiento. En mirar a las mujeres desde la entrañable sensación de encontrar mi parte de mí en ella(s), en su(s) cuerpo(s).
Esa ha sido otra vivencia brutal que he desarrollado en estos días: la de mi corporeidad feminista. He sentido mi cuerpo: en mis movimientos, expresiones, posturas, dolores, excitación, pensamientos, emociones, abrazos, como algo nada ajeno a lo que cotidianamente acostumbro a pensar que soy yo.
Yo soy mi cuerpo y, desde él, me he permitido mirar otros cuerpos, sin vergüenza, con aceptación. Qué acierto haber llevado la cámara. No he parado de retratar otros cuerpos, de retratar también el mío.
Y con ellos, todos los espacios que hemos ocupado, habitado.
Ahora veo las fotos y me reconforta haber captado esa imagen del palacio de congresos lleno hasta reventar de cuerpos feministas aplaudiendo, llorando de alegría, pataleando y jaleando. Ese salón de plenos de ciencias, las aulas, los jardines y terrazas. Espacios que han transmutado en feministas gracias a voces, olores, risas, pisadas, sentadas,….La Física, la Arquitectura Feminista.
Urbanismo Feminista. Nunca la gran vía se había habitado con tanto sentido. Recorrí la mani del domingo de cabo a rabo. A rabo sí, aupa a pluma azul !!. Nos quedamos largo rato acompañando a la Cofradía de Santísimo Coño, la más venerada estos días. Jaleábamos mientras bailábamos y corríamos gritando que vamos a quemar la conferencia episcopal, por machista y patriarcal; a manolito, que la cena tela hagas tú solito; aborto libre; todas somos Aminatu,… Alerta, alerta que camina, la lucha feminista por la calle granaína.
Como todas, me he tenido que decantar por una u otra conferencia, taller, etc. En los intermedios, frases repetidas: ¿tú en cuál has estado?, ¿ a cuál vas ahora?. Y esa capacidad de síntesis para contarnos, entre mordisco de bocadillo y caladita: “joder tía, he flipao con las …”, “ahora mismo me pillo su libro”, “sabes que esta gente han montao…” “ me he encontrado con…”
He conocido a las mujeres de plazandreok, que levan tres legislaturas presentandose como partido feminista a las locales en Donosti; escuchado a mujeres que fueron torturadas por nuestra lucha, a lesbianas que trabajan múltiples identidades en sus cuerpos; otras que están implementando el feminismo con adolescentes, con personas enfermas; hemos reflexionado sobre los cuidados y la necesaria CUIdadanía (la verdadera ciudadanía). He aceptado que soy un cuerpo en tránsito, me lo he permitido. He elaborado mi historia a partir de la historia de otras. Debatido sobre género y opresión desde, también, otras categorías, como el tiempo social. Me he preguntado acerca de vivencias familiares y cómo soy yo hoy. He identificado el vacío existencial y lo he separado de la necesidad patriarcal de rellenarlo con el amor romántico.
Me he sentido naranjita entera.
Traigo en la libreta un montón de nuevos conceptos, antiguos para revisar, reflexiones y propuestas, que van a renovar mis diálogos con mis amigas, mis asociaciones, mi familia, mis chicos, y mis conversaciones internas, corporales.
Un abrazo feminista,
Silvia Molina Castaño
4 comentarios:
No se puede hacer una síntesis más completa de lo que han podido significar estos tres días en nuestros cuerpos.
Ay, Sylvita que gusto leerte porque me veo en cada una de tus palabras. Han sido de los espacios feministas más auténticos que he vivido en mucho tiempo. Oxígeno por un tubo y todos los poros y los ojos y los oídos abiertos.
Un favor te voy a pedir, que me hagas llegar las fotos que has hecho porque no he llevado la cámara y la he echado de menos como nunca. QUe por guardarme, hasta los tikets de picnic que no he comido tengo como si de un tesoro de tratara.
besos de Yola
Fantástica crónica! A disfrutar el buen sabor de boca y fuerza para la lucha. Abrazos feministas desde el norte!
Al leerte, como machista genético y de adoctrinamiento que soy, me enfado conmigo mismo al pensar que alguien que defiende con tanta pasión sus creencias, no puede estar equivocada en absoluto.
Publicar un comentario