martes, 28 de septiembre de 2010

# Otoño para los erizos

Así de forraditas están las castañas en mi pueblo. Con chaqueta de maraña de pinchos, inexpugnables. 
Y yo pienso en tí, y en si mantendrás la chaqueta hasta finales de otoño, como éstas de arriba; o si continuarás, como los erizos, infranqueable.

Como la señora Michel en La elegancia del erizo, mi personaje favorito.

cancioncilla chula de echobelly para hoy

viernes, 24 de septiembre de 2010

# Postergado el permiso de paternidad

Curiosa la medida con la que amanecemos hoy ¿no?. Siempre me sorprendió cómo la consecución de un derecho individual para los hombres era vindicado y conseguido por otro grupo social, el de las mujeres.

Hoy leo:
Madrid, 24 sep (10). AmecoPress Los Presupuestos Generales del Estado, cuyo Proyecto de Ley está previsto que apruebe hoy el Consejo de Ministros, no han ampliado la partida destinada a pagar los permisos laborales de los hombres que los soliciten. Esto se traduce en postergación, hasta 2012, de la ampliación de la baja de paternidad prevista, de 15 a 30 días.
La ampliación del permiso de paternidad fue recogida por la Ley de Igualdad, en marzo de 2007. La norma estableció pasar de los dos días de permiso que disfrutaban hasta entonces los padres a 15 días. Además, establecía ampliar aún más el plazo, de forma gradual, durante los seis años posteriores a la aprobación de la ley, hasta 2013.
En mayo de 2009, los grupos parlamentarios de PSOE y CiU pactaron duplicar los 15 días de permiso que habían entrado en vigor un par de meses antes. El pacto derivó en una ley, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en octubre de ese año.

 Y he estado mirando algunas reacciones en prensa, radio, he entrado en algunas webs de hombres por la igualdad, de los sindicatos, partidos políticos..con esa ilusión boba de encontrar reacciones, indignación, denuncia. 
Y, sospechosamente, nada.

  Con el convencimiento de que seremos de nuevo nosotras las que salgamos a la calle a pelear los derechos de "lo privado", los suyos y los nuestros, porque sigue sin removerles.

 Con la certeza de que volveré a oírles abanderar argumentos tergiversados sobre custodias compartidas en conversaciones de café, y que no se les caerá la cara de verguenza.

 Con la garantía de que de nuevo muchas mujeres se volcarán en la huelga general, su organización y apoyo, como algo propio. Una huelga que sólo se convoca cuando masivamente los varones van al paro (construcción, etc), mientras las cifras de desempladas son, de forma estructural, mucho más elevadas.

 Con la convicción de que tampoco este año veré grupos organizados de hombres en la mani del 25, ni en el 8.

 Con la seguridad de que en unos meses escucharé a diputados y cabezas de lista en las locales, progres y no progres, volver a mancillar el discurso políticamente correcto de la igualdad.

Pero, sobretodo, con la tristeza de no verles pelear por lo más suyo, por sus entrañas, mientras batallan hasta la saciedad por restituir sus empleos en un mercado que les vuelva a "satelizar" de lo doméstico, con la autoestima recobrada, y llevando un sueldo a casa, donde, de nuevo, estarán sus hijas/os bañados y cenados.

..Con todo esto y francamente: iros a la mierda. Y volved a llamarme radical cuando intentéis ofender.


martes, 21 de septiembre de 2010

# Malos tiempos para las buenas políticas



 Cierro verano con un perspicazzzzzzz artículo de mi maestra Elena Simón, me lo envía una amiga que, como otras tantas,  andamos pre=ocupadas por el "silencioso" cierre de los organismos de igualdad.

La Verdad.es enlace
21.09.10
Para las personas que creemos, practicamos y celebramos la democracia incluyente, sus discursos y sus prácticas, está claro que las políticas sociales e ideológicas de bienestar y equidad, son la muestra de que la democracia está al servicio de la ciudadanía, en la que las mujeres ya representan hoy más de la mitad.
Todas las sociedades del mundo tienen una deuda histórica con esta importante mitad de la población, pues todas las sociedades del mundo hasta la fecha la han tratado de desigual forma que a la otra mitad: a la baja, con deberes añadidos y derechos restados.
Por esta razón nuestra democracia fue creando escalonadamente diversas Instituciones de Igualdad de distinto alcance: Institutos de la Mujer, Secretarías, Concejalías, Agencias, Comisiones, Institutos de investigación, Oficinas, Unidades de Igualdad, etc. Significaron y significan el espacio real y simbólico donde compensar desigualdades, el motor para que otras administraciones, instituciones y servicios funcionen de forma igualitaria, la voz pública de los programas y proyectos que se emprenden para eliminar violencia de género, desigualdad laboral o discriminación social, el amparo y patrocinio de las iniciativas teóricas y prácticas para hacer la vida de las mujeres un poco más justa y adecuada a los tiempos que corren.
Pero también es cierto que se sostienen de milagro, faltas de apoyo y reconocimiento por parte de quienes las crearon sin mucha convicción, como si se tratara de una amable y caballerosa concesión. Los varones con poder no han aprendido de forma sistemática que las mujeres son sus iguales. En todo caso que de vez en cuando conviene escucharlas y ceder a sus peticiones, para que no se pongan pesadas o para que lo devuelvan con agradecimiento.
Lo mismito que en casa. Por eso cuando se trata de recortar no dudan casi nada: los presupuestos de y para las mujeres son siempre recortables, prescindibles. Ellas lo aceptarán de grado pues bien saben que hay otras cosas mucho más importantes y, en todo caso, se puede apagar la reacción adversa con alguna promesa enrevesada, que convierte en mejor lo que en realidad es peor.
Los hombres con poder para quitar y poner, para ejecutar, decidir y priorizar, nunca han tenido ni tienen en su agenda las prioridades de las mujeres. Las políticas de Igualdad les parecen un lujo, equivalente a unas joyas o un abrigo de visón, y por eso no se les mueve ni un músculo al eliminar las instituciones de Igualdad, sean ellos socialdemocrátas o no.
A la eliminación del Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha ha seguido la del murciano y el gallego. Hace ya muchos años desapareció el de la Comunidad Valenciana. Tenemos que despertar las alertas, mujeres y hombres que creeemos en las democracias incluyentes.